- Introducción
- Modelo
omnicuadrante y omninivel - Cuadrante subjetivo
del NOSOTROS - Cerebros y
lenguajes - Método
verbal (sensorial) - Método
transverbal (trans-sensorial) - Método
periverbal (perisensorial) - Método de
interferencia periverbal-transverbal - Estructura
evolutiva del conocimiento - Conclusión
- Bibliografía
Introducción
Al término de El ciclo evolutivo,
(monografía editada), me encuentro con Modelos de
roles y desarrollo humano de Joseph Chilton Pearce, que
plantea el proceso de desarrollo evolutivo de la inteligencia
planteado por Jean Piaget. Después de releerlo, pienso que
el proceso y modelo de evolución de la conciencia, que
planteo en el conjunto de mi obra, tocaba de alguna forma,
inversamente a este proceso de desarrollo de las personas, lo que
podríamos definir como un proceso de involución,
como un proceso simultáneo de
evolución-involución. Evolución de
crecimiento físico y cerebral, y de decrecimiento
(involución) paulatino de aptitudes y habilidades
mentales, a medida del aumento de edad de las
personas.
Si bien se sabe que el conocimiento es un proceso entre
los objetos, sujetos y estructuras, de acuerdo al pensamiento
constructivista (epistemología genetista de Piaget),
cómo es posible que el bebé efectúe
actividades que no contemplarían estos elementos pues, se
dice, que el infante "no distingue" los objetos, el sujeto y una
estructura cerebral primaria.
Así, se pretende presentar la hipótesis de
que aunque el mundo de la evolución y complejidad es parte
de la naturaleza humana, la ampliación de conciencia se
presentaría en sentido contrario al crecimiento
físico de las personas. En última instancia,
"sería una propuesta de un nuevo paradigma para la
evolución humana" en el sentido de ir en camino regresivo
en las aptitudes mentales, desde la infancia en adelante. Por
ello, sería necesario, para evolucionar un adulto, "volver
a nacer", pues en las etapas avanzadas del ser humano
estaríamos en un estado de mayor desarrollo físico
pero de menor desarrollo mental de la inteligencia que durante la
infancia, donde en este último estado se estaría en
la etapa de inteligencia virtual, de unidad total con el universo
como el dominio de la inteligencia de insight de Bohm o de la
matriz perinatal básica I, de
Grof[1]
Se requiere de este modelo de aprendizaje, dado que el
adulto, a diferencia del niño, no accede fácilmente
al conocimiento intuitivo, pues durante gran parte de su vida ha
experimentado una inhibición del funcionamiento
hemisférico cerebral derecho, orientando todo su accionar
en función del hemisferio izquierdo, asiento del
intelecto, razón, del análisis descriptivo, de la
definición, etc. De ahí, el adulto a fuerza de la
costumbre, necesariamente debe primero tener una
comprensión intelectual del proceso
transpersonal-complejo, a diferencia del niño que puede
inmediatamente sumirse en el ámbito
transpersonal-complejo, cualidad que van perdiendo a medida que
se convierten en pensadores analíticos. De ello, resulta
que el adulto necesita de una limpieza mental y disciplina de
aprendizaje que lo capacite para acceder al campo
transpersonal-complejo. Entonces, el proceso de evolución
de la conciencia para un adulto, requiere de una etapa de
comprensión intelectual, dada por las exposiciones y
referencias del modelo de cambio personal y de una etapa
experimental dada en las meditaciones y diálogos,
además de una ejercitación del lenguaje
interhemisférico cerebral.
El niño, se siente unido al mundo y conversa con las
cosas y animales. El adulto, por el peso de su cultura y
educación, se ha aislado de la naturaleza transformando
así su percepción de la realidad
transpersonal-compleja del niño en una percepción
personal del adulto.
Ahora, dado que a pesar de ser esta una
simplificación del modelo de la complejidad, presentados
en Ciclo Evolutivo, he vuelto a tratar los mismos temas,
que es necesario incluir en este trabajo. Con esto se persigue
darle una integración y enfoque global frente al
desafío que ahora se nos impone el de estar preparados
para un proceso de evolución. Entonces, volvamos a ver lo
que puede significar un cambio de sentido en nuestra
evolución.
Recordemos, que en Ciclo Evolutivo se
proponía la práctica de cuatro cuadrantes que
contemplan los niveles arquetípicos de la
conciencia, las diversas visiones de la realidad, los
tipos de cerebros-ondas cerebrales empleados y el
despliegue de las inteligencias múltiples. Los dos
primeros cuadrantes corresponden a procesos internos (subjetivos)
y los dos últimos a procesos externos
(objetivos-medibles).
Ciclo evolutivo, presenta la visión
estructural necesaria para la trascendencia de todos los
niveles de la realidad y de los niveles
arquetípicos, en correlato con los niveles
cerebrales y niveles de inteligencias múltiples
(IM).
Para comparar el estado de evolución con el nivel
de desarrollo de la persona para cada estado se presenta entre
paréntesis el nivel de edad según
Piaget.
Modelo omnicuadrante
y omninivel
En este trabajo, simplificaremos la presentación
del modelo sólo mostrando los cuadrantes subjetivos del Yo
y del Nosotros. Para completar el ciclo evolutivo con los
cuadrantes objetivos del Ello y Ellos, se puede recurrir al
trabajo Ciclo Evolutivo.
Los dos cuadrantes subjetivos son los niveles
arquetípicos y niveles de realidad descriptos
en el libro Cambio de sentido. Los niveles
arquetípicos del YO corresponden a procesos de
evolución individuales y los niveles de realidad del
NOSOTROS a procesos evolutivos colectivos.
Ahora, cómo vive la persona el proceso de
desarrollo de su conciencia, si en verdad el crecimiento y
desarrollo físico lo aleja de su conciencia unitaria la
que tenía a la mano en su infancia. Para visualizar el
proceso de involución mental del crecimiento físico
de las personas debemos invertir los niveles de los cuadrantes de
la evolución y así veremos cómo las personas
a medida que crecen empiezan gradualmente el proceso de
involución mental. Esta no es una situación de
pesimismo, pues lo importante, es que podemos revertir este
proceso involutivo mediante las prácticas del pensamiento
complejo.
Cuadrante subjetivo del YO:
Niveles Arquetípicos
Existen ciertos indicios que se presentan en el
comportamiento humano, tanto en estado de vigilia y
sueños, en crisis y enfermedades, como en estados
alterados de conciencia, espontáneos o producidos por
técnicas de meditación disipativa, que producen
algunos efectos fisiológicos y psicológicos o
emocionales de forma estructurada, de tal modo, que es posible
agruparlos en siete espacios de comportamiento diferenciados o
formas de espacios arquetípicos de conciencia.
El espacio arquetípico de conciencia – en un
estado alterado de conciencia – comprende experiencias
visionarias que van desde sensaciones de desamparo al ser
absorbido por torbellinos de viento, huracanes, frío,
atacado por animales y ser despedazado por ellos, encerrados y
atormentados, pasando a otras formas de sentir calor y
energía que recorre nuestro cuerpo, sensualidad, guerras,
erupciones volcánicas, siguiendo con imágenes de
aguas contaminadas, malos olores, putrefacción, terminando
a veces al completarse el proceso en visiones de ambientes
acuático, bellezas artísticas y naturales y en
secuencias del cosmos y de unidad con el universo.
Así, podemos agrupar siete tipos de espacios
arquetípicos de conciencia. El 7° lugar lo ocupa el
espacio arquetípico de las formas de preservación
de la vida EAFPV (individuo). El 6° lugar lo ocupa el espacio
arquetípico de las formas de conservación de la
especie EAFCE (especie). En 5° lugar, tenemos la el espacio
arquetípico de las formas volcánicas EAFV (fuego).
En 4° lugar el espacio arquetípico de las formas
terrestres EAFT (tierra). El 3° lugar lo ocupa el espacio
arquetípico de las formas eólicas EAFE (aire). El
2° lugar lo ocupa el espacio arquetípico de las formas
acuáticas EAFA (agua). Por último (1°), tenemos
el espacio arquetípico de las formas cósmicas EAFC
(cosmos).
El proceso termina (7°) tomando conciencia de
nuestra naturaleza ancestral, de los orígenes de nuestros
antepasados primitivos, cuya vida transcurría en un
permanente estado de supervivencia diaria, enfrentada a los
rigores de la época de las cavernas. Se continúa
(6°), con el proceso de experimentar el instinto de
conservación de la especie, a través de sentir por
los demás, en una identificación plena con la
conciencia grupal de la especie humana. Ambos estados son
determinantes de las características de la conciencia del
cerebro de reptil. El proceso evolutivo de la conciencia
posteriormente se tradujo en un salto hacia la conciencia de
emociones, que se asocia al cerebro de mamífero. Esto se
consigue en la experimentación de los estados emotivos que
contemplan la conciencia arquetípica del fuego, tierra,
aire y agua (5° al 2°). La nueva conciencia, obtenida con
el desarrollo de los dos cerebros anteriores, permite alcanzar el
último estado de la visión interior cósmica,
la holovisión (1°).
Cuadrante subjetivo
del NOSOTROS
Niveles de Realidad
Es bien sabido que una de las características
principales de los mundos es que se viven en forma
autónoma, no mezclándose entre ellos. Sin embargo,
dentro de un mismo mundo se pueden superponer realidades
distintas, como por ejemplo, en el acto de comer una manzana, se
complementan la percepción visual de la fruta, sentir al
tacto su dureza y forma, saborearla al masticarla, oler el aroma
que desprende y oír como cruje al romperle un trozo.
Sólo en raras ocasiones se mezclan mundos
distintos.
Mundo de la Realidad Sensorial (6°)
El mundo de la realidad sensorial al que todos estamos
acostumbrados, está delimitado por el buen funcionamiento
de nuestros cinco órganos sensoriales. Siempre se le ha
dado jerarquía a los sentidos, otorgándoles mayor
importancia a un sentido que a otro. Ahora bien, quien no tuviera
ojos, cómo podría saber la sensación que
produce una hermosa puesta de sol; quien no tuviera oídos,
cómo podría saber la sensación que produce
escuchar el concierto de música de la sinfonía de
Beethoven; quien no tuviera olfato, cómo podría
saber la sensación que produce la gama de perfumes de las
rosas en primavera; quien no tuviera sensación
táctil, como podría saber la sensación que
produce estrechar el cuerpo de una mujer amada; quien no tuviera
sensación gustativa, como podría saber la
sensación que produce saborear las comidas. Todos los
sentidos son muy importantes y se complementan
sinérgicamente. El supuesto básico que sostiene
este mundo, es que cada elemento de él es objetivo e
independiente. Cada cosa existe por sí misma.
Mundo de la Realidad Personal (5°)
Nuestra historia biográfica personal es otro
mundo. La realidad personal no es del presente, sino que la
memoria e imaginación juegan un rol importante en este
mundo. El supuesto básico que sostiene este mundo, es que
cada elemento de él es subjetivo e independiente. Cada
persona tiene su propia realidad. El mundo de la realidad
personal sugiere que existe una identificación espacial en
el tiempo. Así podemos clasificar la realidad personal,
según sea la distancia en el tiempo de nuestro recuerdo en
al menos cuatro realidades: realidad personal inmediata, cercana,
lejana y remota. La realidad inmediata, puede considerarse a los
recuerdos de horas y días; la realidad cercana, a
recuerdos de semanas y meses; la realidad lejana, a recuerdo de
años anteriores; la realidad remota, a recuerdos de
nuestra juventud e infancia. En estados profundos de
relajación se puede facilitar remontarse al
pasado.
Mundo de la Realidad Prepersonal (4°)
Si podemos recordar nuestro nacimiento y etapas
contiguas (perinatales) del proceso de formación de la
criatura por nacer, accederemos a la realidad prepersonal
(anterior a lo personal). Las matrices perinatales básicas
de Grof corresponden al mapa de este mundo al que se puede
experimentar en estados profundos de relajación y
meditación. El supuesto básico que sostiene este
mundo, es que cada elemento de él es subjetivo y
dependiente. Cada persona tiene su propia realidad derivada de su
experiencia natal. No haremos más análisis de este
punto, dado que existe abundante bibliografía que toca los
diversos aspectos de este mundo.
Mundo de la Realidad Arquetípica
(3°)
La experiencia en el mundo de las diversas realidades ha
demostrado que el mundo de la realidad arquetípica La
está estrechamente ligado con todas las realidades. Cuando
se presenta una realidad personal, perinatal y transpersonal
específica, casi siempre está asociada a
algún fenómeno simbólico-arquetípico
(cosmos, agua, aire, tierra, fuego, conservación de la
vida o especie). Podemos decir que este mundo de la realidad
arquetípica es el enlace entre las realidades personal,
prepersonal y transpersonal. Puede accederse a este mundo
mediante técnicas de meditación. Entre todas ellas,
se destaca la técnica del despertar kundalini, proceso
mediante el cual se libera la energía dormida en la base
de la columna vertebral y comienza la apertura de los centros
energéticos (chakras).
Mundo de la Realidad Transpersonal (2°)
La realidad transpersonal, en raras ocasiones se
manifiesta en forma espontánea. Lo más adecuado,
para acceder conscientemente a este mundo, es involucrarse en un
proceso continuo y permanente de meditación profunda en
las diversas técnicas existentes tanto en las culturas
antiguas como los métodos modernos de alteración de
la conciencia. El budismo, chamanismo y yoga pueden, por ejemplo,
ser caminos seguros para introducirse a estas realidades. Las
técnicas holotrópicas de Grof o el método
Cread 90, son estadísticamente alternativas concretas para
profundizar este ámbito de la realidad.
Mundo de la Realidad Cuántica (1°)
Parece ser, que para acceder a las realidades
transpersonales y arquetípicas, debiéramos
atravesar primero un campo de experiencias del nivel
cuántico, nivel que nos recuerdan los símbolos
grabados en las cavernas primitivas que significarían el
proceso que experimentaba el hechicero en el inicio del trance,
en la oscuridad de la caverna. De las imágenes grabadas,
se ha ofrecido, recientemente, una nueva e interesante
interpretación: son los signos que delatan el arte
chamanístico, procedentes de una mente en estado de
alucinación. En el primer estado, el sujeto ve formas
geométricas, tales como retículas, zigzags, puntos,
espirales y curvas. Estas imágenes, seis formas en total,
son brillantes, incandescentes, vívidas y poderosas. En un
estado más profundo, se "está con frecuencia
acompañado por la sensación de atravesar un
vórtice o un túnel en rotación."
Cerebros y
lenguajes
Se nos ha enseñado que tenemos un cerebro con sus
funciones específicas. En realidad, poseemos cuatro
cerebros y cada uno tiene su propia función. Normalmente
estos cerebros se coordinan sinérgicamente para producir
una respuesta de conocimiento, comprensión, emoción
e intuición. En las experiencias siguientes veremos el
ámbito en que se desarrolla en mayor medida cada cerebro.
Como señala Paul MacLean:
"computadores biológicos interconectados, cada
uno de los cuales posee su peculiar y específica
inteligencia, subjetividad y sentido del tiempo y del espacio,
así como sus propias funciones de memoria, motrices y de
todo tipo".
Sólo el Hemisferio Izquierdo, del
neocórtex, corresponde al cerebro verbal. El Hemisferio
Derecho del neocórtex, el cerebro de
mamífero y el cerebro de reptil son no
verbales. Así, cada cerebro, con sus propias ondas
cerebrales, funciona de diversas formas y usa su propio lenguaje,
comunicación y forma de ver el mundo de la
realidad.
Dentro de las características que
definen los cuatro cerebros tenemos las siguientes:
La descripción verbal, monótona sin pausas
corresponde a las funciones del hemisferio Izquierdo del cerebro
(intelectual) y, a mi parecer, correspondería a la
categoría expuesta de la energía de D.
Bohm[2]Forma parte del módulo verbal del
Proceso Autonómico[3]
La música e imágenes corresponden a las
funciones del hemisferio derecho del cerebro; deviene acoplado al
cerebro de mamífero (emoción) y corresponde, a mi
modo de ver, a la categoría envuelta de la energía
de D. Bohm. Forma parte del módulo periverbal del Proceso
Autonómico.
El aislamiento sensorial, silencio y oscuridad define al
cerebro de reptil (intuición, instinto); creo desde mi
punto de vista correspondería a la categoría del
estado del dominio del potencial puro de D. Bohm. Forma parte del
módulo de experiencia transverbal del Proceso
Autonómico.
El último estado, del vacío de la forma,
surge del proceso de convergencia del módulo periverbal y
transverbal, o lo que, de acuerdo al pensamiento de Bohm,
diríamos, que en el dominio de la inteligencia de insight
(comprensión súbita), emergería en el
proceso de interacción de la categoría envuelta de
la energía con la categoría del estado de
energía puro, llegando al final, a manifestarse en la
categoría expuesta de la energía.
El mundo objetivo en su mayor notoriedad se percibe en
el sentido de la visión. A medida que vamos
interiorizándonos en los cerebros vamos pasando del nivel
objetivo al subjetivo hasta llegar a la fusión
objeto-sujeto en el cerebro de reptil. Durante casi toda nuestra
vida somos dominados por el cerebro
sensorial[4](de los cinco sentidos). Es muy
difícil escapar a su influjo. La única experiencia
habitual en que se adormecen estos sentidos, es cuando dormimos o
meditamos. Entonces, se abre un espacio de la mente que
trasciende la realidad ordinaria. Es un espacio de la conciencia
(mente) que está conectado con un patrón o proceso
arquetípico, que tiene su efecto e influencia en la vida
personal del sujeto.
Un punto importante, que no hay que dejar pasar, y
considerar en el proceso de la meditación (conciencia), es
el método que aplicaremos para producir el trance de
expansión de la conciencia. Si bien para fines de
análisis se presentan separadas, las formas de meditar
(ser conscientes) se integran como una estructura disipativa, en
el proceso de la meditación (conciencia).
En general existen tres formas de estructurar el proceso
de la meditación (conciencia):
método verbal (sensorial)
método periverbal (perisensorial)
método transverbal
(trans-sensorial)método de interferencia periverbal
transverbal
Método verbal
(sensorial)
Son aquellas técnicas que utilizan principalmente
la palabra como medio para producir el trance. La hipnosis, PNL,
sugestión, visualización dirigida, viaje visionario
y todas las técnicas que utilizan la sugestión
(verbal) directa y permanentemente durante el proceso, desde su
inicio hasta el término de él, serían
ejemplos clásicos de este tipo. Fuera de centrar lo verbal
en la intencionalidad de la meditación, se agrega una
preparación verbal para el sujeto sin experiencias en
estas técnicas. Se recomienda utilizar este tipo de
método en sus comienzos y, posteriormente, una vez que el
sujeto adquiera autonomía en la inducción al
trance, emplear el método transverbal que ya no requiere
conocer conscientemente la intencionalidad de la
meditación (conciencia).
Método
transverbal (trans-sensorial)
Más que un método, este proceso es una
experiencia. En ella durante todo el proceso no hay
participación alguna de la palabra. Incluso la
intencionalidad de la experiencia está oculta. Se aproxima
esta vivencia a una experiencia de visión interior,
mística, psicodélica o espontánea de crisis
de transformación, como las descritas anteriormente en el
proceso de evolución inconsciente de la conciencia. Como
decíamos, "las crisis de transformación pueden ser
el resultado de una enfermedad, accidente u operación, del
cansancio y falta de sueño, del parto o del aborto, de una
experiencia emocional o sexual, cambios en una relación
afectiva, pérdida del trabajo o bienes, etc." Experiencias
como encuentros con ovnis, experiencias cercanas a la muerte,
despertar kundalini, viajes chamánicos y experiencias
cumbres, cuya intencionalidad permanece oculta, producen
experiencias de transformación y evolución de la
conciencia en un proceso transverbal. El hecho de que la
intencionalidad permanece oculta se comprueba cuando a
través del método periverbal se obtiene los mismos
fenómenos conociendo la intencionalidad de la
meditación (conciencia) utilizada en este último
método.
Método
periverbal (perisensorial)
Este método se encuentra entre los dos
métodos anteriores (verbal y transverbal). La
característica del método periverbal (alrededor de
lo verbal) es que utiliza en menor medida la palabra para
producir el trance. Por ello, el método periverbal y
transverbal se encuentran íntimamente ligados. Se asemeja
a la experiencia del genio, que ha estado por mucho tiempo
pensando una idea y de pronto le llega de golpe la
solución esperada.
Como decíamos, la integración de estos dos
métodos corresponde a aquellas técnicas en que la
palabra participa en menor medida, sólo al comienzo (para
reforzar la intencionalidad del proceso definida en el
método verbal) y al final (si fuera necesario) para
"despertar" o salir de la meditación. La parte intermedia
de este método se reemplaza por un estímulo
rítmico (como la música) que ayuda en las
fluctuaciones disipativas, además de profundizar y
mantener el proceso de la meditación. La meditación
del sonido primordial, respiración holotrópica
chamanismo, visualización libre y mántrica
serían representativas de este método. Como
señala S. Grof, "Para investigar las nuevas fronteras de
la conciencia es necesario superar los tradicionales
métodos verbales que recogen los datos importantes. Muchas
experiencias que se originan en los dominios más remotos
de la psiquis, tales como los estados místicos, no se
prestan a las descripciones verbales. Por ende es evidente que
uno debe emplear procedimientos que permitan a la gente acceder a
niveles más profundos de su psiquis, sin depender del
lenguaje."
Las tres categorías de métodos de acceso a
la realidad no ordinaria descritas anteriormente (verbal,
periverbal y transverbal) pueden asimilarse a las
categorías de energía de Bohm.
El método verbal, de menor nivel, asimilable a la
categoría expuesta de la energía, es
también una expresión o manifestación de la
realidad material. La categoría envuelta de la
energía se asocia al método periverbal en que
se anticipa la intención de lo que vendrá y se
manifestará como expresión de la realidad
física y de acceso a todas las realidades o universos
físicos. Por último, el método o más
bien experiencia transverbal, se aproxima a la
categoría del dominio del potencial puro, en la
que no existe o se encuentra oculta la intencionalidad, que se
manifiesta o expresa en los otros dos métodos
señalados. El dominio de la inteligencia de
insight (comprensión súbita) de Bohm, se
manifiesta en la interacción de las categorías
envueltas y del dominio del potencial puro, como se expresa
en el método de interferencia peri-transverbal.
Método de
interferencia periverbal-transverbal
Este proceso genera interferencias de impulsos nerviosos
visuales y acústicos que en el proceso circular de la
energía nerviosa provocan una interferencia vibratoria de
ondas, produciendo con ello un holograma de interferencias, que
al ser interpretado, se despliega en una imagen virtual con
participación de todos los canales sensoriales (vista,
oído, tacto, olfato y gusto). Si se mantiene la coherencia
de los impulsos neurológicos a través de la
estimulación acústica, cada imagen virtual que
aparece, retroalimenta una nueva percepción de
imágenes y una descripción por el
intérprete, transformándose así, en una
historia virtual reconstruida.
La integración de estos cuatro métodos
permite que la palabra participa cada vez en menor medida, solo
al comienzo (para reforzar la intencionalidad del proceso,
definida en el método verbal) y al final (si fuera
necesario) para "despertar" o salir de la
meditación.
Estructura evolutiva
del conocimiento
De acuerdo a lo planteado por Joseph Chilton Pearce, en
su Modelos de roles y desarrollo humano, las etapas del
desarrollo piagetiano dependen del modelado que se le entregue al
niño y podría especificarse de la siguiente
forma:
En el séptimo mes uterino, el niño
comienza a moverse cada vez que su madre habla.
Etapa pre-lógica (nacimiento hasta 7
años). (hasta los 2 años) El recién nacido
mueve un músculo específico en respuesta a cada
parte del habla que se utiliza a su alrededor (actividad
sensorio-motriz), ve el mundo de los objetos como extensiones de
sí mismo; mundo fluctuante sin estabilidad; lenguaje
muscular y balbuceos frente a sonidos audibles; cerca del
año percibe la invariabilidad de los objetos; (de 2 a 7
años) después distingue su relación
sujeto-objeto; pone nombre a los objetos. Utilización del
lenguaje concreto; el mundo entero es consciente; habla con las
flores, los árboles y rocas están vivos y
relación sobrenatural con los animales; desarrollo de
comunicación entre los distintos cerebros (reptil,
mamífero y neo-corteza).
Etapa operacional-lógica (de 7 a 11 años).
Disminución gradual del pensamiento egocéntrico;
Pensamiento concreto y clasificatorio; habilidad de
ideación e imaginación; facilidad para crear
realidades; proceso de autonomía.
Lógica de la reversibilidad (desde 11 años
en adelante). Modelo científico del mundo abstracto;
Volverse uno con el origen rastreando o revertiendo el
pensamiento a su origen; conciencia del Yo;
especialización del hemisferio izquierdo y de la
objetividad; apego al cuerpo físico;
Conclusión
Los apóstoles del nuevo pensamiento advierten que
en este momento el hombre debe hacer algo en su conciencia y
decidirse con urgencia a modificar su forma de percibir, de
pensar y de actuar en todas las actividades de la sociedad
humana, dado que existen suficientes pruebas del deterioro
progresivo (entropía), en que está
involucrándose la humanidad, con un alto riesgo de
destrucción de sí misma. De acuerdo al crecimiento
y desarrollo evolutivo de la conciencia y/o inteligencia, la
visión y los aportes de Piaget, Bohm, MacLean, Grof,
Wilber y otros autores, podemos concluir que para dar un giro al
proceso de involución, que afecta a nuestras vidas,
necesitamos efectuar prácticas integrales, que incentiven
la ampliación de conciencia, que nos permita eliminar,
reducir, o al menos atenuar la tendencia
entrópica.
Bibliografía
Cornwell, J. (1997). La imaginación
de la naturaleza. Santiago de Chile: Ed.
Universitaria.
Grof, S. (1993). Sabiduría antigua y
ciencia moderna. Santiago de Chile: Cuatro Vientos.
(1985). Psicología
transpersonal. Barcelona: Kairós.
Hernández, G. &
Rodríguez, L.M. (2003). Filosofía de la experiencia
y ciencia experimental. México: Fondo de Cultura
Económica.
Peña, O. (2004). El Universo en un
instante de conciencia. Stgo. de Chile: Lom Ediciones
Ltda.
(2006). Cambio de sentido. Santiago de
Chile: Mago Editores.
Wilber, K. (2003). Una teoría de
todo. Barcelona: Kairós.
Autor:
Omar Peña
[1] Las matrices perinatales básicas
de Grof corresponden a cuatro etapas del proceso de nacer: MPB
I del “Universo amniótico” en el seno
materno; MPB II de “Inmersión cósmica sin
salida” momento de las contracciones; MPB III de la
“Muerte y la lucha del renacimiento” del avance por
el conducto vaginal; MPB IV de la “Muerte y
resurrección” de la separación del cuerpo
materno.
[2] David Bohm define cuatro
categorías de energía. Desde la categoría
de energía más débil de la materia
(expuesta), continúa con la categoría de mayor
energía (envuelta) y que vendría de una poderosa
energía (potencial puro). Un último estado de la
energía sería el dominio (de la inteligencia) de
comprensión súbita de donde todo emerge.
[3] El proceso autonómico, consiste en
“ver” emerger la sensación de una realidad
autónoma mediante el “hacer” un proceso de
interacción de elementos verbales y no verbales en el
tiempo de excitación requerido.
[4] Gerald Edelman distingue la conciencia
primaria de la conciencia superior. La conciencia primaria es
el estado de ser mentalmente consciente de los objeto en el
mundo, de tener imágenes mentales en el presente. Carece
de un yo personal, y no tiene la habilidad para modelar el
pasado y futuro. La conciencia primaria se requiere para la
evolución de la conciencia superior que hace uso del
lenguaje. Del capítulo Una nueva visión de la
mente de Oliver Sacks. La imaginación de la naturaleza.
John Cornwell (editor).